lunes, 21 de diciembre de 2009

JJ72?




JJ72, qué les sugiere eso. ¿Nada en lo absoluto? Pues a mí, se me viene muchas cosas, primero recuerdos. Talento, energía, sinceridad y melancolía entre muchas otras cosas se me vienen a la mente con tan sólo decir JJ72.
JJ72, fue una banda de rock alternativo de Dublín, pero no tienen nada que ver con lo que hoy entendemos por alternativo. La banda se forma a finales de la década de los 90s y su campo de acción es la década 00s.

El sonido del grupo resulta ser una mezcla entre Nirvana, Smashing Pumpkins, Joy Division, a ello se le agrega elementos electrónicos clásicos de la música inglesa de comienzos de los 80s y mucho pop rock melancólico.
La banda se desarma por asuntos del sistema económico imperante, su discográfica Lakota Records llegó a la quiebra a comienzos del 2006, justo antes de editar su tercer álbum. El arte de la banda cae en el olvido antes de que pudiera conocerse totalmente, JJ72 es "comido" por el sistema económico cuando anuncia su separación.

El álbum clave se llama JJ72, es editado el 2000, con excelentes canciones que demuestran el uso de técnicas del rock norteamericano de entre las décadas 80s y 90s. Las melodías están muy presentes, incluso hay una canción que es básicamente la estructura de los Pixies con elementos nirvanezcos, estoy hablando del último track llamado, "Bubble Bee". Siempre dejando en claro que son ingleses.

El álbum inicia con “October Swimmer”, una guitarra suave arranca el álbum, en pocos momentos nos encontramos con un envolvente coro. Se convierte en una canción pop-distorsiva. No alcanza a convertirse en agresividad pero siempre me queda, la sensación de que quería llegar a un pop rock con más elementos de Joy Division de sus primeros álbumes post punk.

"Undercover Angel", es la siguiente, se repite el inicio suave, algún pasaje más desesperado, la voz de Mark(el vocalista y guitarrista de la banda) se torna desgarrada en conjunto con distorsiones de guitarra, lo melódico vuelve, y luego ruido y asi sucesivamente. Nos confirma de entrada la ambigüedad del álbum, la base pop y la cara rock.

“Oxygen”, aquí las letras nos hablan de la inmadurez.... empieza diciendo: "El día de las madres moribundas". Continúa hablando de la búsqueda de la felicidad y del autoconvencimiento de que realmente estando solo, se es feliz. En sí, tiene detalles como violines y la estructura es el eco indudablemente de los Pixies. Hay bandas que aunque no lo quieran, o bien lo oculten o simplemente en su inconciente, son fuertemente influenciados por esta banda. Así lo pude notar, tal vez este equivocado. Inmadurez y tristeza en conjunto se esparcen en nuestro cuerpo.

“Willow”, canción acústica, nuevamente con violines sigue aportando a la atmosfera casi de pubertad. “Surrender”, otro track que viene de lo suave a la conbustión, en una de las versiones en "vivo", que he tenido la oportunidad de escuchar, se llena de gritos casi de "rabia agridulce", en la versión del álbum se centra en la melodía.
Long Way South, la siguiente canción, es mi favorita sin duda, se puede sentir la influencia de los Smashing Pumpkins. Llena de travesura casi infantil, aunque es más un niño enojado y taimado. Snow, sigue la línea de las pistas anteriores, nos arma un paisaje invernal.

“Broken Down”, “Improv” y “Not Like You”, son canciones más acústicas, delicadas, sale a relucir el lado más íntimo de la banda. “Improv” resulta ser un de los tracks perfectos para poner en una noche donde no puedas dormir, de hecho lo hago en ciertas ocasiones. Versos como: En descomposición como estoy, no necesito de la tierra prometida, no hay silencio en el mar, resultan ser muy interesantes.
Finalmente dos canciones diferentes a las anteriores cierran el disco. Argelia inicia como todo track en este disco, melodía-guitarra-suave y luego al juego de la distorsión y los coros algo más acelerados y cargados de energía, luego vuelve a lo tenue y suave así sucesivamente como había dicho al principio. Maldita abeja burbuja, “Bubble Bee” la canción final del álbum calza perfecta para el cierre, la letra mismo nos confirma el estilo del disco, al decir una y otra vez: "Canco una canción triste".

Disco onírico, lleno de arrebatos emocionales (lo cual no tiene nada que ver con lo que hoy se entiende por "emo" en el rock, si es que se le puede llamar así a eso). Simple, pero curiosamente glorioso. Desborde de coros desgarradores se escuchan en todo rincón del álbum. Canciones introspectivas por donde se le mire. El pedal
fue una simple excusa para construir canciones "digeribles", pero en la línea del rock. Ambigüedad que atrapa a los más cercanos al pop rock, no obstante podría apostar que hasta un seguidor cercano de los Sonic Youth, puede encantarse con la banda. La sensación que me da es que si no te gusta una canción de la banda, no te gustará el álbum (son de ese tipo de bandas). Pero también son de ese tipo de grupos que no se encuentran en cualquier página de descarga. Una pena que hayan sido "comida" para el sistema económico, seguramente la banda ha caído en el olvido, como muchas veces ha ocurrido con otras. Y lo último para cerrar el comentario: no pretendí hacer un análisis objetivo, ni técnico de la música en sí, más bien he compartido lo que me produce los JJ72, en su conjunto.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Revolución no racional....






Hoy les vengo a hablar acera de otro monstruo de álbum del 2009, según a mi parecer. Antes del comentario, dejar en claro que todos las críticas hechas en este sitio, no intentan ser “objetivas”, nada más no creo ser el poseedor de la verdad absoluta. Sólo un humilde “escucha” fanático, como muchos del rock.

Inicios de milenio, Nirvana, Soundgarden y Pearl Jam, ya habían marcado profundas raíces en la cultura popular. Estas bandas dan un giro, una vuelta de tuercas, eliminando los límites entre el punk rock, el metal, pop y el rock experimental. Ya nada más quedaba, tan sólo buenos recuerdos de la oscura música pop de los 90s, es en aquel momento que surge Biffy Clyro, banda que practicaba una especie de hardcore punk experimental con toques de pseudo metal. Imposible encasillar su estilo de rock.

Gritos, distorsiones, maliciosas letras, cambios de ritmos a cada momento, plagaban las canciones de la banda. Con esto no quiero decir que Biffy Clyro sea una especie de banda mesías del rock del nuevo milenio, pero de que fue sumamente subestimada, lo fue. Su vocalista, Simon Neil, no tenía límites cuando combustionaba con el bajista y batería. Anonimato en todos lados para Biffy parecía ser su destino, pero aquello se rompe en el 2007 con el álbum Puzzle. La banda muestra una fasceta más pop y experimental que de rock duro.

Las cartas ya fueron tiradas para la banda, asique el 2009 aparece Only Revolutions. Nuevo álbum que supuso un nuevo giro que gatillaría el fin de la banda como banda de rock duro, quizá sí, quizá no, pero a quién le importa, cuando tienes un disco con The Captain como caballo de guerra. Para partir el cd, es majestuoso track que no desperdicia nada, rock potente, pop, rasgos de rock clásico, son la mezcla perfecta. Than Golden Rule es una brutalidad de track, he aquí los elementos más agresivos de la banda, como diría un viejo fan de la banda, “este es el sonido que practicaban hace unos 7 u 8 años atrás”.

Bubbles es una canción más optimista, más pop, velóz, inteligente, sonidos que a ratos recuerdan a Dinosaur Jr. Cloud of stick y booooom blast and ruin, son más distorsionadas, si Bubbles era rápida estas dos canciones son relámpagos y más sucias. Pero quizá el track que más me produce sensaciones profundas es Shock Shock. En mi opinión lo tiene todo, guitarrazos, guiños pop, experimentalismo y sin duda una escencia de rock original, con arreglos distintivos. Whorses, es una tremenda canción que va progresando hasta conseguir un sonido que jode los oídos, un final digno para el álbum. Track que es muy al estilo Puzzle del 2007. Born on a horse, es un caso especial, es raro, rockero, se asimila mucho al math rock. Da la impresión que los Biffy dijeran, “ pongámoslo en el álbum, es un buen track y qué si no tiene que ver con los otros tracks!!”. Eso sí, la canción tiene su lado guiatrrezco al final.

No es un disco muy cohesionado, aunque sí, tiene un concepto muy distintivo, la libertad, el amor, algo de rabia espiritual, pude sentir. Biffy Clyro generalmente es una banda que tiene arranques psicópatas de odio sin sentido; fueron más moderados esta vez, puesto que se privilegió la inteligencia y lo sustantivo que al salvajismo de antaño. Lo malo es que, no es un álbum compacto y homogéneo en calidad. A pesar de todo aquelllo, me produce grandes pláceres al oirlo, la voz es excelente como siempre y si valora el rock sin prejuicio podrá llegar a un estado pleno que todo “escucha” desea de su banda favorita y no tan favorita de rock.